“Seguramente han oído hablar del
drama de la adicción.
Y… ¿pensaron también en la
adicción al juego, a la pornografía, a internet... y los peligros del espacio virtual?. Apoyados por el “Evangelio de la Misericordia” podemos aliviar, cuidar y curar
los sufrimientos relacionados con las nuevas adicciones. Recemos para que todas
las personas bajo la influencia de las adicciones puedan estar bien apoyadas y
acompañadas.”